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Aludiendo á Archimuza, encadenado en el alcazar de Segovia. Pregun-tareis: quién fué este Archimuza? Solo os puedo decir, que no fué combate á la violeta el lance en que se le apresó.

Pero para que la posteridad se desengañe de una vez, y vea la poca ó ninguna fé que debe dar á los elogios que suelen prodigar los poetas á los heroes, sepan quantos siglos vieren este mi presente Suplemento, ó bien colocado en la biblioteca de algun sabio, que lo sacará con mucho tiento de su estante, diciendo de él quantas cosas sueñe, ó bien puesto en alguna tienda, envolviendo canela, clavo, garbanzos, espliego ú otra cosa semejante, amen de pajuelas, cordoncillos para cotillas, ligas de la mancha, ó cañamones para canarios: sepan, vuelvo á decir, que el susodicho muy furibundo y espantoso morazo, el señor Archimuza, en lugar de estar haciendo todas esas posturas de endemoniado, se estaba, para serviros, muy quie

to haciendo candelilla azul, con su gran jarra de agua fresca al lado; de la que se echaba con freqüencia unos tragos entre pecho y espalda con mucha edificacion de sus sequaces, que profesaban un sumo odio al licor tan reprobado por Mahoma, y tan aprobado por Anacreonte. Me preguntareis, quién fué Anacreonte? Si os lo dixera, supierais tanto como yo; y no quiero criar cuervos que despues me saquen los ojos, ni alentar sierpes que me muerdan el seno, ni gentes que digan : mi Catedrático es un pobre hombre, sé tanto como él. No, amigos: yo tambien tengo misterios, ese es mi fuerte, Buena reflexion para los que no han de ser héroes!

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Los versos de la Elegía tercera de este caballerito enamorado de profesion, poeta por naturaleza, y desdichado por estrella, citados en mi página 14 y son, si no los he olvidado, des

de que me costáron azotes de mano de un pedante, que hubiera trocado de buena gana todo Madrid, París, Londres, Viena, Nápoles, Berlin, Turin, Florencia, Leipsick y Leyden con Lovaina, Oxford, Bolonia, Salamanca y Valladolid, por un poquito de Athenas ó de Roma.

Cum subit illius tristissima noctis imago, Quæ mihi supremum tempus in urbe fuit; Cum repeto noctem, qud tot mihi cara reliqui, Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.

En castellano ramplon se pueden traducir de este modo:

Quando vuelve á mi triste fantasía La horrenda noche de la ausencia mia; Quando me acuerdo del aciago instante, En que me separé de mi esposa amante, Hijos y amigos que me amaban tanto; De nuevo empieza mi pasado llanto.

Los que se citan en la misma página del principio de la Elegia séptima,

y son unas finísimas quexas de los malos amigos, de que habia buena cosecha en aquel siglo y pais, y no faltan, gracias a Dios, en los nuestros, se me antojó traducir, no hace mucho, hablando de los mis amigotes, hallándome en una ocasion tan parecida á la de Ovidio, como una gota de agua á otra gota de agua, y me salió así, ni mas ni ménos, supuesto el original que dice así:

In caput alta suum labentur ab æquore retro
Flumina, conversis solque recurret equis;
Terra feret stellas, cælum findetur aratro,
Unda dabit flammas, et dabit ignis aquas;
Omnia naturæ præpostera legibus ibunt,
Parsque suum mundi nulla tenebit iter;
Omnia jam fient, fieri quæ posse negabam;
Et nihil est, de quo non sit habenda fides.
Hæc ego vaticinor, quia sum deceptus ab illo,
Laturum misero quem mihi rebar opem.

Sacad los lentes, limpiadlos con los finísimos pañuelos, y mirad estos verBos mismos castellanizados á mi modo.

De aquel, en cuyo pecho yo ponia En otro tiempo la esperanza mia, Abandonado en mi dolor me veo. Lo mas absurdo ya probable creo:: Mis ojos ya verán, sin extrañeza, Romper sus leyes la naturaleza: Volver los rios contra su corriente: Torcer su carro Phebo hacia el oriente: Aguas dará la llama, astros el suelo, El agua incendios, y cosecha el Cielo.

Los que se siguen al mismo asunto, y son:

Donec eris felis, multos numerabis amicos,
Tempora si fuerint nubila, solus eris.

Merecen traducirse en una seguidilla, y aun son dignos de acompañarse con un par de compases de bayle y música manchega, porque á toinarlo uno por lo sério, era cosa de morirse, y así

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